Es muy común que los clientes condenan la figura de decorador con el diseñador de interiores y que terminen pensando que cumplen las mismas funciones y que llamar a uno u a otro es indistinto, pero la verdad es que aunque ambos aportan una ayuda de gran valor en la decoración de espacios, lo hacen desde puntos distintos y es bueno conocer esas diferencias.
Justamente estamos llamando a estos profesionales para que nuestro proyecto quede los más satisfactorio posible según nuestras demandas, por lo que saber cuando llamar a uno u otro, o en que se especializa más cada uno, o los conocimientos que mejor manejan, podrían hacer que esa inversión diera todos los frutos posibles.
¿Qué es el diseño de interiores?
Comenzamos por definir el campo del diseño de interiores, que es aquel que tiene por finalidad conocer de manera más profunda el comportamiento de las personas, así como la gestión del espacio dentro de un edificio.
Este arte y ciencia al mismo tiempo tiene una estrecha relación con la arquitectura ya que se tomarán decisiones en base a los principios de esta. Por ejemplo, el espacio que se desea recortar no puede ser más grande que el edifico que se diseña en lo que respecta a su arquitectura.
Pero, también, se basa en la sociología, ya que para dar los consejos más acertados en cuanto al diseño del espacio también se intenta conocer a las personas que se desarrollan en él de forma que este espacio cubra sus necesidades y preferencias. De ahí, que muchas obras arquitectónicas sean tan particulares, o que por el contrario, muchos edificios tengan un estilo similar o unos colores y aspectos parecidos, como en el caso de los hospitales, en los que estas selecciones son las más adecuadas para el desarrollo y bienestar de los pacientes.
Entonces, ya hablando sobre la figura del diseñador de interiores, es una persona que debe haberse formado en conceptos arquitectónicos, para entender la estructura interior de los edificios; pero también debe poseer ciertos conocimientos en psicología, de forma que pueda enfocar el diseño de acuerdo a las necesidades y preferencias de sus clientes.
Por otro lado, un diseñador de interiores se encarga de la gestión del espacio, teniendo como objetivos principales la optimización de la estructura del edificio y su funcionalidad.
Un diseñador de interiores también será el encargado de diseñar cualquier cambio relacionado con la estructura de un edificio. Este será el que tome decisiones sobre cualquier reforma o modificación de las paredes, cambios en el sistema de iluminación y otros arreglos.
Un profesional dedicado al diseño de interiores también se encarga de considerar los colores y texturas que se utilizarán para la decoración de un edificio, aunque esta no es una de sus tareas de prioridad. Por lo general, solo los toman en cuenta para poder imaginar todo el conjunto del espacio y recrear el resultado final que se está buscando, o para presentarle al cliente una propuesta en la que también incluya este tipo de elementos para complementarla y poder dar una visión más exacta de como quedarán los espacios.
Es aquí, entonces en donde entra el decorador, que es el que se enfocará más en la selección de estos elementos.
¿Qué es la decoración de interiores?
Hemos llegado a la sección de la decoración, en la que se enfocan los esfuerzos en amueblar y embellecer el espacio de forma que sigan las tendencias, así como la psicología del entorno, y que fomente la imagen y una sensación de plenitud del espacio.
Así, estos profesionales están orientados a la elección de los muebles, accesorios, floreros, cuadros y todos los elementos que nos permiten transformar el espacio, y no como tal a su estructura y diseño.
Un profesional del diseño interior debe estudiar la estructura de un edificio, si es verdad. Esto porque es de este modo que podrá determinar la mejor manera de distribuir todos los elementos en el espacio interior. No obstante, el no es el que toma decisiones en la etapa del diseño y la disposición de los espacios, como si lo hace el diseñador. De hecho, el decorador comienza a hacer su trabajo es cuando la estructura del edificio ya está definida.
Así este se encarga de la elección de los diferentes elementos de mobiliario y accesorios que formarán parte de él. A el no le interesa el diseño, ni la estructura, sino que hace un trabajo meramente creativo en el que aporta valor estético al aspecto final de un espacio interior.
La decoración de interiores consiste en colocar el mobiliario, escoger los colores y las texturas de los diferentes elementos textiles. También en determinar los accesorios de iluminación más adecuados según el estilo de cada espacio interior… finalmente, una vez elegidos todos los elementos, se debe asegurar de que todos combinen entre si, regalando a la vista un cuadro totalmente armónico y agradable.
Así, son muchos los campos de aplicación de la decoración de interiores. Los profesionales en matera, quienes cuentan con estudios de interiorismo y decoración pueden desempeñarse como:
- Interiorista: se encargan de proyectos de reforma y decoración de viviendas. Elaboran dichos proyectos, contratan personal, realizan la compra de los materiales en los que quedaron con el cliente y velan porque los resultados sean los acordados.
- Escaparatista: este es un trabajo completamente creativo y que está teniendo mucha oferta y demanda en los últimos años, pero que no tiene que ver con el interior de casas u oficinas. Más bien se trata de encargarse de la decoración de escaparates o vitrinas de cara al público con la finalidad de mostrar sus productos de forma atractiva y captar clientes.
- Visual merchandising: Estos profesionales tratan de distribuir los productos de las tiendas y showrooms para incrementar su valor y también está muy en boga hoy en día debido a la importancia que ha cobrado el marketing.
- Escenógrafo. Esta salida profesional es muy rica a nivel creativo ya que te encargarías de hacer el montaje de decorados teatrales y de escenografías para cine y televisión, basándote en las necesidades de la historia, y dándole vida a lo que yace en el papel.
- Interiorismo para eventos. Los diseñadores de interiores especializados en eventos proyectan y controlan el diseño de stands, la decoración de espacios para presentaciones de marca y otros montajes para momentos puntuales y con fines de marketing.
Así, después de haber repasado ambos conceptos, podemos ver que son dos conceptos que se complementan entre sí. Uno, por medio del diseño y la toma de decisiones sobre los espacios arquitectónicos, y el otro poniendo el toque creativo que complementa el proyecto con variedad de elementos que aportan estética y personalidad.
Por un lado, el diseño de interiores requiere conocimientos de arquitectura, y experiencia en organizar y gestionar espacios; mientras que la decoración, por su parte, se basa en aportar valor estético a los espacios interiores, usando la creatividad y la innovación.
¿Cuál es la diferencia entre diseñador y decorador de interiores?
En lo explicado anteriormente podemos concluir que la gran diferencia entre el diseñador y el decorador de interiores son los conocimientos que estos deben tener.
Sergio Nìstico. Diseñador de interiores, nos lo explica muy bien: mientras que el diseñador de interiores se encarga de los aspectos estructurales, el decorador de interiores se ocupa de hacer más agradable y acogedor aquel espacio.
Así, para el diseño de interiores se requieren una serie de estudios más amplios de los que se necesitan para la decoración. El diseñador de interiores debe contar con conocimientos sobre conceptos arquitectónicos, además de conocer el funcionamiento de la estructura, espacios, reformas, etc.; mientras que el decorador no se relaciona con estos aspectos y va más enfocado al aspecto creativo de la selección de elementos decorativos.
¿Qué necesito para mi espacio, un interiorista o un decorador?
Ya tienes muy claras las diferencias entre una y otra figura, ahora queda saber cuando llamar a uno u otro.
Sergio Nisticó explica que es muy fácil saberlo dependiendo de lo que se quiera hacer o de la fase del proyecto de reforma en la que estemos, pues cada uno cumple funciones diferentes e interviene en momento diferentes.
Si lo que necesitas es un diseño del espacio con el que dispones, hablando en términos arquitectónicos, a quien tienes que llamar es al diseñador. Este se encargará de cambiar la distribución de ese lugar, es decir, desde tirar tabiques hasta tocar instalaciones o elegir los materiales con el que se va a revestir el espacio.
Por el contrario, el decorador llegará para vestir ese espacio: lo estudia y organiza la distribución de colores, texturas, luz, materiales y mobiliario del lugar, para adornarlo y dar el toque final.
Igualmente, en muchos proyectos se suele contar con los dos, dependiendo de las necesidades y el presupuesto, ya que ambos trabajos igualmente van de la mano y se complementan en un único resultado final acorde con las especificaciones que el cliente tenía en mente.