Bruxismo: ¿enfermedad fisiológica o psicológica?

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¿Alguna vez has dormido con un amigo, una pareja o un hermano y le has escuchado rechinar los dientes por la noche?

El bruxismo es más común de lo que crees, pero no solo ocurre de noche, no. También es muy común que esto pueda suceder durante el día.

Por ello, es muy recomendado atajar el problema desde el minuto uno y evitar, así, futuras dificultades que puedan derivar de esta afección tan extendida en nuestra sociedad.

 

Pero, ¿qué es el bruxismo?

En términos básicos, el bruxismo no es más que una dolencia que hace que una persona rechine los dientes. No dispone de rango de edad específico, ya que puede repercutir tanto en niños como en adultos, y es una afección que puede producirse de día o durante la noche.

Varios estudios científicos de 2013 revelaron que la continuidad del bruxismo nocturno en los adultos es tan solo del 12%, y que, en la mayoría de todos los casos, la causa es la misma: el estrés.

Pero ¿cómo sabes si tienes bruxismo, si lo padeces mientras duermes? Muchas personas no conviven junto a otras que les puedan avisar, pero sí que disponen de trucos para saber si lo padecen. ¿Sabes que lo primero que se ve afectado en la mordida son los colmillos? Por ello, periódicos como El País han determinado ciertas pruebas que puedes realizar tú mismo para cerciorarte de si lo padeces o no.

 

Consecuencias del bruxismo

Las personas que se ven afectadas por esta dolencia pueden sufrir síntomas de lo más variados, todos ellos igual de molestos.

  • Dientes planos, partidos o ¡Es normal! Si se rechinan todos los días/noches, el esmalte se desgasta y se vuelven débiles.
      • Esto trae consigo una consecuencia extra: la hipersensibilidad Al debilitarse los dientes, el dolor en la mandíbula y la sensibilidad al frío o al calor aumenta, ¡lo que es un problema!
      • Por supuesto, ya ni hablar del dolor que trae consigo, que puede llegar a afectar, incluso, al cuello, al oído y a la cabeza.
  • Insomnio. ¿Sabes lo que duele un esmalte gastado? ¿Alguna vez has tomado un helado muy frío y te ha dado un buen calambre? ¡Pues imagínate eso cada vez que duermes y empiezas a rechinar los dientes! Imposible… Al final, el propio dolor se hace insoportable, lo que trae consigo el verdadero problema de no poder dormir por las noches. Y, al no dormir, no descansas ni recuperas energías.
  • Por nombrar otras complicaciones más severas, hemos elaborado una lista de consecuencias bucodentales que pueden derivar de este trastorno, tales como:
      • Dificultad o molestia al morder o masticar
      • Chasquido o chirrido al abrir o cerrar la boca
      • Disminución de la capacidad de abrir y cerrar
      • Fatiga muscular
      • Hipertrofia de músculos maseteros
      • Inversión de cúspides
      • Movilidad dental
      • Trauma oclusal
      • Fracturas dentales
      • Etc.

Por todo ello, acudir a profesionales capaces de ayudarte a tratar este problema se hace cada vez más acuciante.

 

Bruxismo diurno y nocturno: posibles causas

Los expertos dicen que el bruxismo diurno podría estar relacionado con estímulos externos psicosociales o ambientales (cambios bruscos de temperatura, agobios, multitudes, situaciones incómodas…). En cambio, parece ser que el bruxismo nocturno se asocia más a una disfunción central neuromotora.

¡Ala, qué palabrejas más raras! Espera, que te lo traduzco: esto significa que estamos ante un trastorno muscular que va a originar movimientos musculares involuntarios que sucederán durante un estado de inconsciencia: o lo que es lo mismo, durante las fases del sueño.

 

Pero… ¿qué origina realmente el bruxismo? ¿Enfermedad fisiológica o psicológica?

He aquí el verdadero quid de la cuestión: ¡que ni siquiera se sabe!

Existen muchas teorías sobre las causas de su origen en la etapa adulta, pero la realidad es que no son más que eso: teorías. Todavía se desconoce el origen real de este problema de salud, pero lo que sí es cierto es que la mayoría de los expertos parecen coincidir en que el estrés y los trastornos del sueño podrían ser la raíz de todo.

Según la revista universitaria CPJIIO, el estrés académico y el acoso escolar podrían ser los desencadenantes del bruxismo en la etapa infantil y adolescente.

Pueden existir muchos otros factores, por supuesto, como la mala alimentación, una mala alineación dental, problemas respiratorios durante el sueño… A pesar de ello, la versión popular y más extendida es esa: el estrés.

¡Vaya! Pues siendo un adulto en esta sociedad, con ciertos trabajos, problemas económicos a los que hacer frente a diario –como las temidas hipotecas, los préstamos o la gasolina–, una familia que mantener, problemas sociales… ¿cómo demonios no vamos a estar estresados?

¡¿No puedo eliminar el bruxismo?!

¡Haya calma, que yo no he dicho eso!

 

Remedios para tratar el bruxismo

Existen multitud de formas distintas de hacerlo menguar. A pesar de que, por desgracia, no podemos hacer desaparecer la multitud de problemas que afectan nuestras vidas, sí podemos ofrecer remedios alternativos que lo mermen paulatinamente hasta que, poco a poco, comience a ser menos constante y, con suerte, desaparezca.

Hablando en términos farmacológicos, no existe un tratamiento que lo haga desaparecer, pero sí existen medicamentos que palian el dolor y las inflamaciones derivadas de la dolencia:

  • Al rechinar los dientes podemos concurrir en una dolorosa inflamación de las encías, lo que facilita la aparición de sangrados, inflamaciones e, incluso, gingivitis. El consumo –siempre bajo prescripción médica– de este tipo de fármacos ayuda a menguar y a evitar estos síntomas.
  • Férulas de descarga. Hablando sin términos complicados, las férulas de descarga no son más que protectores para los dientes. Es una funda dental que se coloca durante la noche –normalmente de resina y hecha a medida– para proteger tus dientes y no incurrir en el desgaste del esmalte. De hecho, los expertos en odontología de Clínica dental Cooldent aseguran que las férulas de descarga son la solución perfecta para este
  • Visitar a un fisioterapeuta. Estos profesionales te informarán sobre procedimientos para proteger y recuperar la función de las estructuras móviles mediante el empleo de movimientos terapéuticos.

 

Pero no todos son soluciones médicas

Hoy en día, existen soluciones que, a pesar de que no son un remedio total para hacerlo remitir, sí ayudan a reducir su impacto en nuestra salud.

Debido a que el origen podría ser el estrés, conviene realizar ciertas rutinas que, poco a poco, conseguirán hacerte disfrutar de una vida mucho más plena y satisfactoria, lejos de malestares continuos.

  • Disminuye la actividad de tu cuerpo paulatinamente a partir de las ocho de la tarde. Si te acuestas muy activo y enérgico, favoreces el desarrollo del bruxismo… Además, también conviene realizar estiramientos y practicar deportes como el yoga, altamente recomendados para los que lo padecen. De hecho, si buscas en internet y te pasas por Wikipedia, podrás encontrar otras actividades que puedes realizar paralelamente al yoga que te ayudarán a controlar el bruxismo.
  • Esto es difícil, pero… ¡reduce preocupaciones antes de acostarte! No pienses en problemas, inconvenientes, ni en contratiempos que puedan surgir el día siguiente. Sé que es difícil, ¡pero piensa en cualquier otra cosa! Ponte música relajante, date un relajante baño de espuma… cualquier cosa antes que pensar en
  • Hazte un masaje en la mandíbula. Así, destensarás músculos y los relajarás antes de irte a dormir. ¡Muy recomendado!
      • Esto viene de la mano con aplicar una toalla tibia en la mandíbula, porque el calor ayuda a relajar los músculos.
  • Mantén una dieta rica en calcio para proteger tu esmalte dental. Cuanto más fuerte lo mantengas, menos dolores incómodos sufrirás.

 

Conclusión:

Has podido comprobar todo lo referente al bruxismo: qué es, sus posibles orígenes, sus consecuencias… y, además, has leído una sustanciosa lista de ayuda profesional y personal que puedes seguir para remitir los efectos de este padecimiento.

Cuantas menos preocupaciones tengas y menos estrés contengas en tu cuerpo, menos posibilidades tendrás de padecerlo. Si no sufres de estrés y a pesar de ello lo padeces, acude a un profesional para que te ayude en este sendero.

Siempre recomendaremos que, antes de intentar nada por tu cuenta, acudas a profesionales que te orienten y te guíen… pero, mientras tanto, todo se resume, como has podido comprobar, en una sola cosa:

¡Don´t worry, be happy!

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