Cuando tenemos a una persona mayor en casa, o por ejemplo la hemos puesto en una residencia para adultos, debemos adaptar los espacios lo mejor posible para que esta se sienta cómoda y segura duran la realización de sus actividades del día a día.
Sobre todo, debemos procurar este confort y seguridad en su habitación, que es el lugar en donde pasarán más tiempo y para asegurar su mejor descanso.
Para ayudarte a adaptar este espacio a sus requerimientos y a su condición, hemos consultado con los expertos en el cuidado de personas mayores de Agencia Sant Pau y esto es lo que nos contaron.
Elige una mesita de noche amplia
Lo primero es elegir una mesita de noche amplia para ellos, de forma que puedan guardar allí todo lo que necesiten, sobre todo en horas nocturnas, sin tenerse que parar a buscarlo. Muy útil sobre todo con aquellas personas con movilidad reducida.
Por ejemplo, es bueno que puedan almacenar en ella su medicación, un intercomunicador o su teléfono y otros objetos de uso constante que necesiten tener a la mano.
En cuanto a la altura, lo mejor es colocar la mesita de noche no demasiado baja, más bien a la altura de la cama o un poco por encima, para que sea accesible. Una buena medida sería 50 x 35 cm como referencia.
Pon un perchero para tener la ropa a la vista
Otro elemento imprescindible en la habitación del adulto mayor es un perchero que le haga más fácil acceder a sus prendas de uso diario como abrigos, bufandas o carteras. Además, muchas veces, en el caso de emergencias, es más fácil para ellos si tienen la ropa en un lugar a la vista de donde puedan tomarla fácilmente. Igualmente, les facilita seguir seleccionado su ropa ellos mismos sin quitarse autonomía.
Opta por un pavimento continuo
Es mejor que el piso de la habitación sea de pavimento o algún material que le permita tener una superficie continua. De esta forma, no habrá hendiduras ni relieves en el piso que puedan provocar tropiezos y caídas, o con los que puedan resbalarse.
Por ejemplo, los suelos vinílicos son una solución fácil y rápida de instalar, si no cuentas con el pavimento adecuado en casa.
Por otro lado, es mejor no colocar alfombras, los bordes de estas pueden causar que se caigan y si no se tiene el cuidado de limpiarla a menudo, puede acumular mucho polvo y afectar la salud respiratoria de los más mayores de la casa.
Apuesta por una cama alta
En cuanto a la cama, el principal mobiliario de una habitación, hay que apostar por una de cierta altura. De esta forma tendrá más fácil el levantarse y acostarse. Si además la cama cuenta con cabecero y piecero, mejor: le servirá como punto de apoyo.
Debemos colocarla en un lugar de la habitación que le permita tener suficiente espacio a los lados para pararse, sobre todo si tiene problemas de movilidad y utiliza dispositivos para moverse como sillas de rueda, muletas o andaderas. Esto siempre que el espacio lo permita.
Recordemos que en muchos casos también nos veremos en la necesidad de colocar una cama médica, dependiendo de la situación de salud de la persona mayor, por lo que debemos calcular lo que estás requieren en cuanto a espacio.
Decora con colores claros
La decoración de la habitación también es importante para crear un espacio de bienestar emocional. Los colores y el estilo de decoración que usamos tiene un efecto sobre nuestro estado de ánimo.
Por ejemplo, los colores claros, el mobiliario y accesorios en tonos pastel, son excelentes para crear un ambiente de relajación, descanso, tranquilidad y paz que es lo que ellos necesitan.
Diseña una buena iluminación
En estos espacios es donde debemos procurar la mejor iluminación, tanto natural como artificial, ya que las personas de mayor edad necesitan tener una mejor visibilidad ya que muchos comienzan a tener problemas en la vista y hasta perder un poco de su visión.
Debe contar con una buena entrada de luz durante el día, y tener varias fuentes de iluminación de buena calidad en la noche. No se puede dejar de colocar una pequeña lampara al lado de la cama en caso de emergencias o de necesitar buscar algo en la mesita de noche en mitad de la noche.
Libera espacio en el dormitorio
Lo más importante es que haya espacio suficiente para moverse cómodamente dentro del dormitorio, por lo que debemos liberar el espacio en la mayor medida posible. Esto porque es mejor reducir todas aquellas posibilidades de que la persona pueda tropezar con algo a su paso, pueda golpearse o caerse al chocar con mobiliario o con pertenencias. Más aún si la persona necesita de sillas de ruedas o andaderas para caminar y necesita espacio suficiente para pasar con ellos.
Por ello, asegúrate de tener justo los muebles que necesitas y de dejar suficiente espacio entre ellos para poder andar alrededor cómodamente o con la ayuda de un bastón o andador. Deja distancia suficiente entre el mobiliario y utiliza las paredes para colgar cosas en ellas y así liberar espacio. Lo ideal sería dejar un espacio de entre 60-90 cm a cada lado de la cama para poder acceder a ella con comodidad.
Aplica medidas como colgar la lámpara de la mesita de noche y así conseguirás que esta no ocupe espacio. También puedes colgar baldas o estantes de pared e, incluso, la televisión.
Si la persona mayor necesitara una silla de ruedas, hay que tener en cuenta que junto a la cama debe caber un círculo de 1,2-1,5 m y que la puerta del dormitorio deberá ser de 80 cm de ancho.
Añade una silla o sillón
Siempre es bueno colocar una silla o sillón cómodo en la habitación de la persona mayor y que pueda utilizar como apoyo en sus actividades, como por ejemplo al vestirse y desvestirse. Al igual que será un buen lugar para leer o tejer, etc.
Escoge un modelo con brazos para poder apoyarse y que resulte más cómodo sentarse y levantarse. Procura también que la silla o el sillón sea de la altura adecuada y permita que los pies estén firmemente apoyados en el piso, de forma que ofrezca la ergonomía requerida.
Armarios accesibles
Los armarios también deben ser adaptados a los más mayores, a través de una organización eficiente. Debemos intentar colocar de primero las prendas que más utilicen para que siempre estén lo más accesibles posible, por ejemplo en los cajones superiores, mientras que dejas los cajones inferiores para lo que se use muy poco.
Ilumina bien el armario, ya sea tipo vestidor, o de doble puerta, de forma que el adulto mayor pueda ver bien lo que está buscando y pueda encontrarlo sin ayudas.
Sustituye también los tiradores redondos de las puertas por manijas en forma de palanca…. son más fáciles en las manos de las personas mayores que sufren de artrosis o rigidez.
Como adaptar la habitación en una residencia para mayores
Si la habitación no está en casa con la familia sino en una residencia para mayores, igual puede adaptarse fácilmente a las necesidades del adulto mayor.
Por lo general, las habitaciones de las residencias para adulto cuentan con todo lo necesario para que estén cómodos y seguros. No obstante, si este no es el caso, lo primero que hay que hacer es liberarla de todo obstáculo para que el adulto mayor pueda moverse sin problemas.
Se debe procurar que haya una cama articulada como mínimo, y por ejemplo en el baño colocar una silla para que la persona pueda usar para bañarse si es propensa a perder el equilibrio o si tienen movilidad reducida y necesitan estar sentados mientras se asean. Al igual que hay que procurar que hayan barandas en ciertas zonas que les puedan servir como soporte para sentarse o pararse.
Procura que tengan su mesita de noche con todo lo que necesiten y una lampara en ella por si necesitan buscar algo a medianoche. No le dejes sin un dispositivo para poder comunicarse contigo y sus seres queridos fiera de la residencia cada vez que quiera o necesite.
En este tipo de ambientes es importante crear un entorno que le haga sentir en casa, ya que puede ser muy depresivo para ellos sentirse en un lugar extraño, frio y lejos del hogar. Por eso, intenta colocar muebles que les gusten, pertenencias personales como fotos con la familia o adornos que podrían ser un regalo preciado para ellos y que les recuerden a las personas que tanto quieren. La idea es que se sientan lo más en casa que se pueda.
También, para evitar los sentimientos de soledad y depresión, es bueno mantener el lugar lo más iluminado posible tanto con luz natural durante el día, como una buena iluminación por las noches. Igual no está de más apostar algunas plantas que ayuden al oxigenación y a subir los ánimos.
Eso si, antes de hacer todo esto debes hablarlo con el personal de la residencia para asegurarte que no estás incumpliendo con ninguna norma que tengan en el lugar.