Las estafas bancarias que te pueden llegar por Internet

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Internet se ha convertido en un gran amigo para todos. Ahora bien, todos sabemos que cuando hay una gran amistad, la confianza da asco. No es la primera vez que tenemos la amistad de un amigo y nos la juega. Pues bien, con la red pasa lo mismo. Es cierto que gracias a Internet podemos estar en contacto con gente lejana, recuperar amistades pasadas, sacar un billete para un viaje o comprar algo sin movernos de casa. Pero también es cierto que por culpa de Internet se están cometiendo nuevos delitos, los denominados ciberdelitos.

No lo digo yo, lo dice el IX informe sobre la cibercriminalidad en España correspondiente al año 2021.  Y dice que han aumentado y que existe una cifra negra de ciberdelitos que no se llegan a denunciar ni conocer por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y las policías autonómica, seguramente por vergüenza de la víctima. En datos, En 2001 se conocieron un total de 305.477 supuestos ciberdelitos, lo que supone un 6,1% más con respecto al 2020 (en que las fuerzas y cuerpos de seguridad tuvieron conocimiento de 287.963 hechos).

Nosotros en este caso nos queremos centrar en los delitos que se pueden cometer a través de los servicios bancarios. Y es que ahora que tenemos que hacer todas las operaciones a través de la pantalla de un ordenador o de un móvil, tenemos que ser conscientes de que en cualquier momento se puede producir una estafa. Ante esto, lo mejor es estar precavido y, sobre todo, tener información. Los fraudes informáticos (o estafas por internet) son los más frecuentes, y aquí podemos incluir a los que se producen con los bancos.

El Derecho Bancario, como nos indican desde Bufete Albanés, regula el correcto funcionamiento y el cumplimiento de las buenas prácticas en las relaciones entre las entidades financieras y sus clientes. Así, se entiende que los bancos tienen que cumplir ciertas normas al ofrecer un producto o servicio a clientes particulares, profesionales o empresas.

Habitualmente, los contratos elaborados por las entidades financieras contienen un lenguaje y unas cláusulas que pueden llegar a ser no del todo comprensibles para el consumidor. Por eso tenemos que estar muy atentos.

Productos complejos

Muchas veces, los bancos no comercializan de forma justa y transparente sus productos. Y ello puede tener para las entidades importantes consecuencias, sobre todo si se trata de productos especialmente complejos o cuya adquisición ha provocado en el cliente importantes e inesperadas pérdidas económicas. En algunos casos se han cometido muchos timos.

Participaciones preferentes: popularmente conocidas también como las acciones sin voto, se comercializaron en su momento sin la debida transparencia y de forma engañosa. Las posibilidades de reclamar y ganar son, por lo tanto, muy altas.

SWAP: los tribunales han declarado la nulidad de los contratos SWAP, al considerarlos excesivamente complejos y no cumplir con los requisitos legales mínimos para su comercialización.  Mucho ojo a los que no llegue por Internet.

Para ello recurren a diversos medios como correos electrónicos (phishing tradicional), SMS (smishing), llamadas telefónicas (vishing), páginas web falsas (web spoofing), etc. Pero realmente todos presentan patrones comunes que nos permiten detectarlos y actuar en consecuencia. Este tipo de fraude persigue obtener datos personales (nombre, DNI) y datos bancarios (números de tu tarjeta, usuario y contraseña de tu banca electrónica, claves OTP). Esta técnica se conoce desde los años 80 y, por desgracia, no ha pasado de moda. Este neologismo viene de la palabra homófona en inglés fishing o pescar.

Productos estructurados: en este caso hablamos de productos financieros extremadamente complejos, que encierran un elevado riesgo.

Ejecuciones

Luego hay otro aspecto en que los bancos también nos pueden meter en un lío, las hipotecas. Es cierto que es una adquisición casi para toda una vida, por eso, antes de lamentar algunos aspectos, tienes que estar bien asesorado. Y más ahora que estamos escuchando tristes historias con esto de que haya subido el tipo de interés.

Las ejecuciones hipotecarias, en algunos casos, pueden paralizarse. En este caso, los abogados de Bufete Albanés, especialistas en Derecho Bancario en Madrid, estudiarán detenidamente su situación y tratarán de encontrar los argumentos necesarios para que no pierda su hogar.

Especialmente, analizan tu contrato hipotecario en busca de cláusulas abusivas, como por ejemplo:

  • Cláusula suelo.
  • Imposición de los gastos hipotecarios.
  • Hipotecas IRPH.
  • Hipotecas multidivisa.

Como has podido comprobar, Es imprescindible dedicar mayores recursos para prevenir y perseguir los ciberdelitos, pero sobre todo estar bien asesorados, y en cuanto vemos un movimiento sospechoso ponernos en contacto con profesionales de la materia. Y es que, que no se nos olvide, nadie da duros a cuatro pesetas. Una frase muy generación EGB pero que seguro que todos hemos entendido.

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