Los beneficios de disfrazarse en la infancia

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De los mayores beneficios que tiene el hecho de disfrazarse en una época como es la infancia es que se desarrolla de forma importante la creatividad. Hablamos de una actividad de lo más divertida que no solo fomenta la creatividad, también hace que echen a valor su capacidad imaginativa, lo que es de lo más interesante.

De esta forma, es posible imaginar cualquier tipo de cosa y poderse ir expresando mediante otro tipo de formas mediante una serie de roles que puedan adoptarse.

No hay que olvidar que a partir de los seis años es cuando es posible la creación de mundos imaginarios y jugar moviéndose dentro de ellos, de tal forma que se puedan inventar sus propias historias, lo que también les va a aportar otra serie de beneficios.

En el caso de que desees que se potencia este tipo de cualidad, lo que debes permitir es que el niño sea el que se encargue de elegir de qué se quiere disfrazar. Esto va a tener unos efectos de lo más positivos y va a poder hacer así alguna clase de manualidad en el campo creatividad para que pueda llegar a fabricar su misma varita, gorro o un accesorio que se adapte a lo que desea llevar. En el caso de que os animéis vais a poder preparar una serie de disfraces sencillos para que se potencie al máximo el lado creativo a la vez que se potencian las habilidades en el campo manual.

Desarrollo de la empatía

Una de las ventajas más importantes que tiene el disfrazarse es que va a potenciar una cualidad que es fundamental para desarrollar la inteligencia emocional, como es la empatía.

Hablamos de la capacidad que hay para ponerse en el sitio de las otras personas, entender los sentimientos y problemas que tienen, siendo esta de las características que tiene una personalidad de más valor. Así es posible, como comentan los expertos de carnavalymuchomas.com, el que se puedan ponerse en el lugar de las otras personas, entendiendo los sentimientos y las problemáticas, algo que es una parte de la personalidad de gran valor. De esta forma será de gran ayuda para poder crecer y que se establezcan relaciones mucho más sanas.

Cuando uno se disfraza y juega e intentar interpretar ser otro, bien sea un animal o una persona o personaje real, hace que se tome conciencia de la realidad que tiene y sus problemas, además de las decisiones que es necesario tomar y de la manera en que se va a relacionar con todo el mundo.

Todos estos beneficios de los que hablamos tienen una relación directa con el propio desarrollo de las habilidades a nivel comunicativo. El disfraz lo que hace es que los niños se van a sentir valientes y puedan desinhibirse a fin de poder expresar cómo se sienten y comunicar lo que imaginan, así como poder socializar con el entorno a la vez que juegan y se lo pasan bien.

Estimulación de la inteligencia

La empatía, creatividad y habilidad en el terreno comunicativo, es un conjunto espectacular ideal y ayuda a que la inteligencia de los niños se va a ver estimulada cuando haya que disfrazarse.

Por este motivo debe usar la inteligencia e ir desarrollando el vocabulario para que puedan interpretar lo que sea mediante un juego que sea tipo simbólico.

Piensa que si ves a un niño mientras está jugando disfrazado lo vas a poder conocer mucho mejor, puesto que al final dará suelta a sus deseos y se atreverá a realizar cosas que a lo mejor tiene timidez para reconocer.

Mejora de las relaciones sociales

El hecho de poder jugar a disfrazarse y hacerlo con más niños es un socializador de lo más potente. Ello va a permitir que mejoren las relaciones en el terreno social, ayudando a que se puedan abrir más sencillamente a los otros y que puedan conocer a muchas más personas. Además, van a tener las posibilidades de que puedan aprender a compartir y ser de lo más tolerantes.

De todas maneras, para poder aprovechar estos beneficios, lo que hacen los expertos no es obligar a los niños a que lo hagan en el caso de que no quieran, puesto que de ser así puede que originen frustración o rechazo.

Si se quieren poner un disfraz es necesario hablar con ellos y optar siempre por una educación en valores, siempre pensando en qué es lo que van a querer ponerse y dándoles la libertad suficiente para poder elegir y que ganen en autonomía.

 

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