Vino tinto vs. Blanco ¿cuál es el mejor?

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A los amantes del vino, este elixir de los dioses les gustará en todas sus presentaciones, jóvenes, viejos, tintos, blancos o rosados. Sin embargo, algunas veces la curiosidad nos ataca y nos preguntamos cual será el mejor de ellos en cuanto a sus características y beneficios. Si quieres saber la respuesta, sigue leyendo que hemos consultado con los expertos en vinos de Bocopa y te contamos lo que nos dijeron.

El vino blanco

Muchos dirán de inmediato que ambos vinos son igual de deliciosos, excelentes alternativas para todo tipo de reuniones y que además ofrecen los mismos beneficios a nuestro organismo, siempre que se beban con moderación.

Esto porque ambos ofrecen vitaminas y minerales beneficiosas para el cuerpo, además de los beneficios que aportan los polifenoles de la uva, como los de luchar contra los radicales libres,  además de su gran aporte de fibra y antioxidantes.

No obstante, estos guardan ciertas diferentes debido a las uvas empleadas y los procesos por los que pasaron para su elaboración.

Así, estas son las características que solemos encontrar en los vinos blancos:

  • Tienen un compuesto fenólico que previene las enfermedades cardiovasculares.
  • Es fresco y nos quita la sed en verano.
  • Favorable para la diabetes y la enfermedad renal crónica.
  • Rebaja la presión arterial.
  • Ayuda a retrasar el proceso del envejecimiento gracias a sus antioxidantes.
  • Previene las enfermedades pulmonares.
  • Aporta minerales como el fósforo y el potasio.

Propiedades del vino tinto

Por su parte, el vino tinto se jacta de:

  • Ayuda a aumentar el tipo de colesterol bueno y a bajar el malo.
  • Baja la presión arterial y reduce el riesgo de coágulos en la sangre.
  • Contiene polifenoles antioxidantes.
  • Ayuda a acabar con los radicales libres.
  • Previene demencias y enfermedades degenerativas.
  • Nos relaja y nos da energía a la vez l liberar endorfinas.
  • Mejora la salud cardiaca.

No obstante, la característica más resaltante de este vino es que se considera parte de la dieta Mediterránea gracias a que previene la enfermedades relacionadas con el corazón, además de otra ventajas para nuestra salud. Tano así que se recomienda tomar dos copitas de vino tinto al día, siempre acompañando una dieta balanceada y saludable y sin excedernos en su ingesta.

Diferencias entre vino blanco y vino tinto

En los puntos anteriores pudimos ver que en verdad estos dos tipos de vino comparten beneficios y características muy similares, notando desde ya que el tinto es el que aporta más beneficios en el área de la salud. No obstante, no podemos dejar de notar las siguientes diferencias:

La uva utilizada siempre es distinta, de aquí su color diferente, el cual, por cierto, viene de la piel de la fruta que es donde se encuentran los pigmentos.

  • La temperatura también varía. Para los blancos, el proceso se realiza a una temperatura de entre los 17 y los 19 grados centígrados, mientras que para los tintos, la temperatura de maceración es mayor, de entre 24 o 26 grados.
  • El vino tinto suele ser más calórico que el blanco.
  • El tinto suele tener un mayor grado alcohólico.
  • Los vinos tintos son los que más antioxidantes contienen en su interior.
  • El vino tinto suele tener un sabor más intenso que el blanco; no obstante, el blanco suele tener un sabor más ácido debido a que contiene taninos verdes, a diferencia d ellos taninos más maduros de tinto.
  • El vino tinto suele ser el más utilizado, ya que va muy bien solo o acompañando cualquier tipo de comidas.
  • El tinto es el vino que más nutrientes contiene
  • El vino tinto tiene más beneficios para la salud que el vino blanco; por ejemplo, tiene una mayor cantidad de resveratrol que se encuentran en las semillas y piel de la uva utilizadas en el proceso de fermentación, además de otras variaciones similares que los vinos blancos no contienen.
  • Cuando analizamos los proceso de elaboración de ambos vinos, en donde se macera el mosto con la piel y las pepitas, antes de fermentar; encontramos que el vino blanco contiene más componentes aromáticos y resveratrol, el antioxidante presente en el vino tinto con propiedades antiaging y beneficios a nivel cardiovascular y cerebral.
  • Por último, pero no menos importante, aquellos que quieran cuidar de su figura, encontrarán un mejor aliado en los vinos blancos, esto porque los tintos poseen una mayor concentración de calorías y de alcohol.

El vino con más calorías

Como dijimos en el punto anterior, si estamos enfocados en mantener nuestro peso y nuestra figura, también tenemos que contar el nivel calórico de los vinos en cuenta a la hora de elegir cuál es el mejor para nosotros, siendo que los vinos tintos tiene  un mayor contenido de calorías y de alcohol.

Si es verdad que, en términos generales, el grado de calorías es muy similar, sin importar de que color es, pero si somos más exactos si que encontramos la diferencia. Por ejemplo, una copa de vino tinto puede contener unas 63 calorías por cada 100 ml, mientras un vino blanco 70 calorías por cada 100 ml aproximadamente, que sería el contenido que suele tener un yogurt. Así, también sucede que durante el proceso de fermentación, se convierten los azúcares naturales del jugo de la uva en alcohol, además de que también se añade levadura, ocasionando que mientras más se aleje el vino del natural, más engordará.

Por esto, el vino tinto es menos recomendable en este sentido ya que su proceso de maceración dura varios días a partir de una primera fermentación, mientras que el vino blanco tiene un proceso, por decir, «inexistente», o dura tan solo unas horas (entre 12 hrs y 16 hrs).

Igualmente, debes tener cuidado de elegir el vino tinto de más de dos años, ya que cuanto más joven es el vino, más azúcar contiene.

En cuanto a esto, Mónica Domenech, especialista del Grupo de Factores de Riesgo Vascular, Nutrición y Envejecimiento del IDIBAPS comenta en una entrevista con la revista Elle lo primero que hay que tener en cuenta no es el número de calorías que aporta la copa de vino tinto más que la de una de blanco, sino si esas calorías nos traen beneficios a nuestro organismo o no:

“Lo primero a tener en cuenta es que al consumo de alcohol se le han asociado efectos tanto beneficiosos como perjudiciales para la salud en un delicado equilibrio, por lo que debe recordarse que el beneficio del alcohol se obtiene únicamente cuando se consume de forma ligera-moderada, es decir, una copa de alcohol (10-14 gr de etanol) al día y dentro de un patrón saludable, como el de la dieta Mediterránea…

Los efectos que el vino pueda tener sobre nuestro peso dependen en gran medida de la cantidad de polifenoles, especialmente de una clase llamada flavonoides. Los flavonoides son compuestos antioxidantes presentes en mayor cantidad en el vino tinto que en el blanco y diversos estudios sugieren que esos compuestos puedan tener un papel en el control del impulso y saciedad de los alimentos, promoviendo la reducción de la ingesta y absorción de alimentos, evitando la acumulación de la grasa e incrementando el gasto de energía”

En contraparte, Vanesa De la Fuente, endocrinóloga del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, se suma al tema añadiendo:

“Existe mucha evidencia científica y artículos publicados en revistas muy prestigiosas en los que se relaciona el consumo de alcohol y ciertos tipos de cáncer. También existe mucha evidencia científica sobre la relación entre el consumo de alcohol y la aparición de complicaciones agudas y crónicas de enfermedades. Así lo han puesto de manifiesto tanto la Organización Mundial de la Salud como el Instituto Americano de Investigación del Cáncer”.

Por lo que recomienda que más allá de medir las calorías en el vino, lo recomendable es medir las copas de vino que se consumen: “incluso en bebedores de alcohol cuyo consumo es moderado o bajo: es beneficioso para su salud cardiovascular”, siendo que solo podemos disfrutar de lo mejor del alcohol siempre consumiendo 30 gramos en el caso de loa hombres y 20 en el de las mujeres, y si no alcanzamos las 3 o 4 copas al día de forma constante, que es la cantidad que se considera que puede comenzar a afectar nuestra salud.

Finalmente, lo ideal si estamos a dieta sería evitar cualquier tipo de vino por completo y solo consumirlo en ocasiones excepcionales en donde sería un pecado no brindar con una copa, siempre acompañándolo de comidas balanceadas para facilitar su metabolización o sustituirlo por vinos sin alcohol. No obstante, quizá el blanco sería el más recomendado.

Conclusión

En resumen, siempre que lo consumamos en moderación, el vino, sin importar su color trae grandes beneficios al organismo, aunque quizá alguno en mayor medida que otros. Entonces, si se quiere consumir el que mejor sea para tu salud, por mínimas diferencias, la elección sería el tinto, gracias a su proceso de elaboración, su menor contenido en azúcares simples y su mayor cantidad de resveratrol.

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