¿Cómo escoger quién nos viene a limpiar a casa?

Limpieza doméstica

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La limpieza es una de nuestras preocupaciones domésticas cotidianas. A todos nos gusta tener la casa limpia, pero no tenemos tiempo para limpiarla. La solución más rápida es contratar a alguien, pero sabemos que de esa manera exponemos nuestra intimidad y nuestras pertenencias personales. Abordamos el asunto para que nos resulte satisfactorio.

A muchos de nosotros no nos gusta limpiar, para qué vamos a mentir. Yo mismo, sin ir más lejos, para coger el cepillo y el recogedor me tengo que mentalizar. Paso más tiempo pensando que tengo que limpiar que los minutos que dedico a la limpieza.

Toda la semana ando atareado con el trabajo. El fin de semana, que podría dedicarlo a  limpiar, me apetece quedarme en el sofá viendo una serie.

Kimberly, fundadora y CEO de You Have It Maid, una empresa limpieza de la Costa del Sol, que trabaja en la limpieza de domicilios, empresas y apartamentos turísticos, opinan que hay personas amantes del orden y la limpieza; y que además trabajan en el sector. Después de una larga jornada laboral, descansan satisfechas por el trabajo bien hecho. Yo creo que estas son las personas que hay que contratar para que vengan a limpiar a casa.

Lo que no es buena idea es contratar personas conocidas. Todos tenemos en nuestro entorno, más o menos próximo, personas que se dedican a la limpieza. Por mi experiencia, no dan buen resultado. No se esfuerzan lo que se tienen que esforzar o escudriñan donde no tienen que mirar. Como hay confianza, ellas se relajan un poco y tú no les exiges como debieras

Al contratar a alguien para que limpie en tu casa hay que establecer una relación profesional. En los negocios no tiene cabida la amistad, ni el compadreo. Estos son algunos aspectos que me parecen interesantes para abordar este asunto.

Beneficios de contratar a alguien para que venga a limpiar a casa.

Para empezar hay que partir de que esta acción es beneficiosa. Nos reportará una mayor calidad de vida. Estos son algunos beneficios que implica:

  • Ahorro de tiempo.
    Delegar la limpieza en un profesional permite dedicar ese tiempo a la familia, al trabajo, al ocio o al descanso. Sin tener que desatender nuestro hogar.
  • Resultados más profesionales
    Los profesionales de la limpieza tienen más experiencia, y manejan técnicas y productos que garantizan un resultado más eficaz y duradero.
  • Reducción del estrés
    Un hogar limpio y ordenado contribuye al bienestar emocional y reduce la sensación de estrés mental. Con una casa limpia, podemos desconectar y relajarnos.
  • Mayor regularidad y constancia
    Con un servicio contratado se mantiene una rutina de limpieza constante, evitando la acumulación de suciedad y manteniendo la casa en orden.
  • Flexibilidad en las tareas
    Puedes contratar servicios puntuales o periódicos, y ajustarlos a tus necesidades: limpiezas profundas, por habitaciones, por horas, etc.
  • Prevención de alergias y problemas de salud
    Una limpieza adecuada reduce polvo, ácaros, moho y otros agentes que pueden afectar a la salud respiratoria o de la piel de los habitantes de la casa.
  • Mejor conservación de muebles y superficies
    Una limpieza profesional ayuda a mantener en buen estado de materiales como la madera, el mármol, las tapicerías. De esta manera alargamos la vida útil de sofás, mesas, electrodomésticos de cocina, etc.
  • Discreción y confianza
    Las empresas de limpieza suelen garantizar personal cualificado, con referencias y seguros de responsabilidad. De manera que nuestra intimidad está protegida.
  • Adaptación a circunstancias especiales
    Si tenemos en casa personas mayores, con movilidad reducida, recién operadas o niños pequeños, este servicio contribuye a que tengan una vida más cómoda.
  • Valor añadido al inmueble
    Por último, si estás pensando en alquilar o vender la casa, la limpieza es una condición básica para efectuar la operación.

Contratar limpiadora o empresa de limpieza.

A la hora de mantener el hogar limpio y en buen estado, muchas personas se plantean si resulta más conveniente contratar a una limpiadora o a una empresa de limpieza. Ambas alternativas tienen ventajas y desventajas. La elección dependerá de factores como el presupuesto, la flexibilidad horaria o el tipo de servicio que necesitamos.

Contar con una limpiadora particular suele ser más económico. Los costes están ajustados al pago directo del trabajo, sin intermediarios. Este tipo de contratación también permite una mayor adaptación a las tareas según las necesidades del hogar, tanto en el reparto de funciones como en los horarios. Sin embargo, este modelo puede presentar limitaciones en caso de bajas, ausencias o imprevistos, ya que no siempre existe una solución de reemplazo inmediata. Además, es importante considerar aspectos legales como la formalización del contrato y la cotización a la Seguridad Social, que corren a cargo de nosotros.

En cambio, una empresa de limpieza ofrece un servicio más organizado y con garantías adicionales. Suele contar con personal especializado, equipos adecuados y seguros incluidos, lo que aporta un valor añadido, especialmente en viviendas que requieren una limpieza más técnica o frecuente. Además, ante cualquier incidencia, la empresa puede enviar sustituciones, lo que asegura la continuidad del servicio. Por otro lado, este tipo de servicio puede tener un coste más elevado y condiciones más rígidas en cuanto a cambios de horario o personalización de las tareas.

Ambas opciones son válidas, pero responden a necesidades diferentes. Mientras que la contratación particular puede ser ideal para quienes buscan una mayor flexibilidad y un coste más ajustado, una empresa puede ser la solución más adecuada para quienes priorizan una limpieza más profesional y la continuidad del servicio. La elección dependerá de lo que se valore más en cada caso.

Criterios para contratar a la empresa o la limpiadora.

La Revista Limpiezas nos presenta 5 criterios para escoger el servicio de limpieza. Son estos:

  • Calidad. Una empresa de limpieza profesional debe garantizar estándares adecuados de higiene y seguridad, utilizando productos homologados, técnicas eficaces y vestuario adecuado para cada tarea. Antes de contratar, es aconsejable informarse sobre la trayectoria de la empresa. Una mala gestión puede traducirse en problemas de puntualidad, desorganización o incumplimientos de tareas que afecten a tu actividad diaria.
  • Capacitación. Al igual que se exige preparación en cualquier otro oficio, en el sector de la limpieza también es clave contar con profesionales bien formados. Una empresa seria invierte en la capacitación continua de su equipo, adaptándose a los cambios del sector y garantizando que los trabajadores estén preparados para desempeñar diversas tareas con eficacia y responsabilidad.
  • Protocolo de limpieza. Es fundamental que la empresa contratada aplique procesos organizados que aseguren una limpieza profesional, sobre todo en dependencias delicadas como el baño o la cocina. La correcta aplicación de protocolos permite que el servicio no interfiera en las actividades cotidianas de la familia.
  • Precio. El precio del servicio debe analizarse en función de las características del espacio, la complejidad de las tareas y la frecuencia con la que se requiere la limpieza. Además del uso de maquinaria o productos especializados, el presupuesto suele incluir los costes laborales, seguros y otros aspectos legales. Por eso, es importante comparar distintas propuestas buscando el equilibrio entre calidad y precio.
  • Código ético. La ética profesional es un valor añadido. Las empresas que pertenecen a registros oficiales deben cumplir criterios de transparencia, respeto laboral y responsabilidad social. Esta adhesión a buenas prácticas no solo aporta confianza, sino que también es un compromiso claro con la legalidad y la profesionalidad del servicio prestado.

 Trucos para ahorrar en el servicio de limpieza.

La web La Cuponera nos presenta una serie de trucos para ahorrar en casa. Algunos de ellos se pueden aplicar al servicio de limpieza. Aunque el ahorro, en este caso, se basa en las condiciones de trabajo o servicio que negociemos con la limpiadora o con la empresa de limpieza.

Si tenemos contratado un servicio periódico y continuo, como por ejemplo que vengan a limpiar a casa una vez por semana, siempre podemos negociar una tarifa por hora más ajustada. Debido a la regularidad y estabilidad del trabajo.

Otra forma de ahorrar es negociar un precio cerrado por tareas, y no una tarifa por horas. Es decir, pagar un precio por limpiar la cocina o toda la casa, con independencia del tiempo que conlleve el trabajo. Con esto establecemos una especie de trabajo a destajo, que permite a la trabajadora irse un poco antes si ha terminado sus tareas.

A la hora de negociar estos asuntos, debemos proponer condiciones justas. Primero por respeto a la trabajadora y después, porque aunque no seamos conscientes de ello, la limpieza es un sector concurrido. Hay mucha demanda. Si no ofrecemos unas condiciones competitivas, corremos el riesgo de perder a la trabajadora o a la empresa. Encontrar una asistenta del hogar con la que estemos contentos, no siempre resulta sencillo.

Para ahorrar es bueno que pongamos de nuestra parte. Si adelantamos trabajo, limpiar la casa costará menos tiempo, y nos costará menos dinero.

A veces, ni siquiera es cuestión de ponerse a limpiar, con no ensuciar es suficiente. Preocuparse por mantener recogida la casa y limpiar a medida que vamos ensuciando, facilita el trabajo de las limpiadoras y nosotros lo terminamos notando en nuestros bolsillos.

 

 

 

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