El consumo de chocolate en embarazadas es beneficioso para el desarrollo fetal

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El 13 de septiembre se celebra el Día Mundial del Chocolate. El diario El Confidencial informa que se conmemora «desde el año 1955 en homenaje al cumpleaños de Roald Dahl, autor de la obra ‘Charlie y la fábrica de chocolate’ y a Milton Hershey, fundador de una de las marcas americanas de chocolatinas y dulces más famosas de Estados Unidos (Hershey’s)».

Los expertos explican que podemos comer una onza todos los días, pero debemos tener en cuenta la etiqueta y la lista de ingredientes para elegir el chocolate más saludable posible.

El chocolate es imprescindible para aquellas personas que realizan actividad física regular, ya que es un producto rico en magnesio, por lo que fortalece la musculatura.

Es importante que el producto contenga cacao natural y no alcalinizado, ya que es un proceso en el que se consigue que se disuelva mejor pero se pierden antioxidantes.

Debemos comprobar que no lleve azúcares y cuantos menos ingredientes contenga, mejor. «Un chocolate aceptable nutricionalmente hablando es aquel que tiene como mínimo un 85% de cacao y que en sus primeros ingredientes de la lista no aparezca el azúcar. También, que mantenga su parte de manteca de cacao y que esta no haya sido sustituida por otra grasa vegetal como por ejemplo aceite de palma», advierte la nutricionista Patricia Ortega.

También es importante mirar la fecha de elaboración, hay que asegurarse que esta fecha sea reciente, porque si es fresco su nivel de calidad es mayor.

Si en vez de con un «fabricado por» te encuentras con un «distribuido por» y, además, no señala un solo país de origen, significa que el proceso de elaboración fue masiva.

Si es un chocolate de buena calidad debe aparecer en la etiqueta cuál es su origen y las características de los granos de cacao utilizados.

Además, si entre los ingredientes te encuentras con elementos como «extracto de vainilla artificial» , «PGPR» (Polirricinoleato de Poliglicerol), o «aceite vegetal» estás ante un chocolate repleto de químicos.

Tampoco es aconsejable que en la etiqueta aparezca «licor de chocolate» o «hecho con chocolate», significa que este producto no proviene directamente del grano de cacao.

No tienes que eliminar el chocolate de tu dieta, pero tienes que prestar atención a la cantidad, por lo que no debes exceder de los 20 o 40 gramos.

Este alimento contiene calcio, hierro, cobre, potasio, magnesio, fósforo, vitaminas A, B1, B2, B3, C y E, así como riboflavina y ácido pantoténico.

Habitualmente tomamos tres tipos de chocolate: chocolate blanco, chocolate negro y con leche. El Observatorio del Cacao explica que el chocolate blanco “en realidad no es chocolate, ya que no contiene pasta de cacao, que es el ingrediente básico, se elabora solo con manteca de cacao, azúcar y leche. El contenido de manteca de cacao debe ser de al menos un 20%”.

Los profesionales de Abadía de Jábaga explican que el chocolate favorece la producción de serotonina, por lo que ayuda a potenciar nuestro bienestar general.
Su contenido en teobromina favorece la relajación muscular y el microbioma intestinal. Incluso, incrementa la presencia de la bacteria Blautia Obeum, que incide en el humor.

Varios estudios han comprobado que el cacao también frena el deterioro cognitivo leve y agiliza la eficiencia de la memoria gracias a los flavalones.

Los expertos aconsejan los chocolates artesanales, porque los industriales sólo tienen un 10% de cacao y el resto es azúcar.

¿Las embarazadas pueden comer chocolate?

Incluso, es bueno para las embarazadas porque antes de una ecografía, les aconsejan tomar chocolate para que el feto, animado con la energía se mueva más y así el ginecólogo pueda observarlo correctamente.

Un estudio de la Universidad de Laval en Quebec (Canadá), comprobó que ingerir 30 gramos de chocolate al día durante el embarazo puede ayudar al desarrollo fetal.

En este estudio participaron 129 mujeres embarazadas que se hallaban entre las semanas 11 y 14 de gestación. Los autores de la investigación dividieron a las futuras madres en dos grupos: uno de ellos siguió una dieta exenta de chocolate y el segundo ingirió una dosis diaria de 30 gramos.

Los investigadores descubrieron que las embarazadas que habían tomado chocolate presentaban un beneficio en el crecimiento y en el desarrollo del feto.

Estos resultados fueron presentados en una reunión sobre el embarazo de la Sociedad de Medicina Materno-Fetal en Atlanta (Georgia, Estados Unidos).

Sin embargo, el consumo regular de chocolate no se recomienda cuando la futura mamá ha aumentado demasiado de peso, muy por encima del recomendado durante la gestación.

Además, es mucho mejor omitirlo cuando se ha diagnosticado recientemente diabetes gestacional, la cual se desarrolla entre las semanas 24 y 28 de embarazo.

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