Dicen que no hay nada más bonito que el amor de verdad correspondido. Que no hay momento más real que los primeros “te quiero”, los primeros suspiros, las primeras miradas, las primeras caricias… los primeros besos. Todo es magia, todo son bendiciones, todo es luz y color cuando estás con la persona que amas y que sabes que te ama.
A pesar de ello, un día esa magia empieza a enturbiarse. Un día, esa luz se torna oscura, de la nada, empiezan las miradas de reproche, las discusiones… o peor, los silencios. Y, aunque intentas pensar cuándo empezó todo a irse al garete, no consigues recordar qué ha pasado para que acabéis así.
Y es que, hoy en día, con tantos estímulos a nuestro alrededor que nos distraen de nuestros seres queridos (e, incluso, de nosotros mismos) se nos hace cada vez más y más difícil poder centrarnos totalmente en nuestra pareja, a pesar de que la queramos con todo nuestro corazón.
A veces, los “te quiero” no son suficientes
Porque una pareja no se sustenta en un “te quiero”, en un beso o en pasar una tarde juntos. No, una pareja se retroalimenta de muchas más cosas que, aunque no se digan ni haya una ley universal escrita en piedra que haya que seguir, todos sabemos necesarias.
Se sustenta en el día a día, en el momento. Pero lo más importante no es eso, ¿no es cierto? Lo más importante que hace que una pareja deje de funcionar no es lo que no se hace… sino esos pequeños detalles minúsculos e insignificantes que cogen importancia sin darnos cuenta a medida que avanza la relación y que se interponen entre nosotros y nuestro ser amado con contundencia.
Problemas actuales que pueden afectar a una relación
Aunque te sorprendas, son más comunes de lo que crees:
- Los celos. No los celos corrientes de ver a otra persona coqueteando con tu pareja e ir a frenarle el carro, no. Me refiero a los celos infundados, esos que hacen que desconfíes de tu pareja incluso en temas tan absurdos como “¿Quién es esa que le ha dado me gusta a tu foto de perfil”? El celo peligroso y obsesivo que te nubla los pensamientos y te impide tomar decisiones con normalidad.
¿Sabes que el 73,3% de los adolescentes ha escuchado de sus padres que los celos son una expresión de amor? ¿Qué piensas tú? ¿Crees que es bueno educar a toda una nueva generación haciéndoles pensar que los celos excesivos son sanos y necesarios en una pareja?
- Agresividad y manipulación. ¿Quién no ha conocido a una pareja que se agrede corporalmente (es decir, mediante gestos, miradas, advertencias corporales…) en cualquier tipo de situación? Por ejemplo: estás con tu grupo de amigos y uno sugiere ir a dar un paseo por la playa… y, cuando miras a tu pareja, esta te está mirando con una expresión que te deja muy claro que ella no te va a dejar ir o que no quiere ir.
Eso sin contar con esas típicas personas que saben qué hacer o qué decir para que hagas justo lo que quieren que hagas, a pesar de que no es lo que tú deseas.
¿No es mejor hablar las cosas y tranquilizarse, en vez de imponer tus deseos?
- Escasa convivencia. Dicen que el roce hace el cariño… y no puedo estar más de acuerdo. Porque el hecho de que una relación se base en el compartir y en la convivencia es la verdad más verdadera que os puedo decir.
¿Qué pensaríais de una pareja consolidada (es decir, de varios años) que solo se ve una vez a la semana durante un par de horas o cada dos semanas? ¿Cuántos de vosotros sois incapaces de estar sin vuestra pareja un par de días?
OJO: no debe confundirse con la necesidad actual de dependencia. No es lo mismo amar a tu pareja y querer estar con ella, a necesitar a una persona y desear acaparar su atención las 24h del día.
- Incompatibilidad sexual. El hecho de que el sexo es el pilar principal de una relación junto al respeto y al amor es, hoy en día, un hecho. Y, a la vez, es uno de los factores principales que hacen que una relación fracase.
Ya sea por falta de conocimiento de lo que le gusta a tu pareja, por falta de ganas o de lívido, o por otras razones, el hecho de que una pareja no comparta momentos íntimos empieza a ser una de las razones de ruptura en la pareja.
El matrimonio, una realidad en declive
No hay nada que demuestre mayor amor hacia otra persona que desear pasar el resto de tu vida con ella. El matrimonio, el “gran sí”, es, por excelencia, el mayor acto de amor que una persona puede hacer por otra, porque demuestra que es la persona que más ama en el mundo, y que no quiere a nadie más que a ella.
Esto, en cambio, empieza a no verse así a ojos de la nueva generación.
De hecho, una enorme cantidad de “No sabes lo que estás haciendo” y de “¡¿Que te vas a casar?! ¡Tú estás loca!” me llovieron encima cuando hace unos meses dije a mis familiares y amigos más cercanos: me caso.
¡Familiares cercanos! ¡Amigos de toda la vida! A pesar de que han visto el enorme amor que mi marido y yo nos profesamos el uno al otro todos los días.
Imagínate lo que piensan ahora las nuevas generaciones sobre el matrimonio, cuando son incapaces (algunos, no la mayoría) de estar con una sola pareja más de un año sin cambiar a otra.
Que el matrimonio está en declive es una realidad indiscutible.
Ahora existe solución
Si has experimentado o estás empezando a notar que las cosas no van bien en tu pareja, no debes angustiarte ni tomar una decisión precipitada. ¡Todavía hay tiempo!
¿Sabes que es la terapia de pareja? La sociedad está cada vez más sensibilizada con este tipo de problemas, gracias a Dios, y poder llegar a un psicólogo matrimonial es muy sencillo. Cada vez existen más profesionales, como es el caso de Terapia Psi, que se encargan de dar la mano a jóvenes (y no tan jóvenes) parejas o matrimonios, y no son pocos los beneficiados de sus servicios.
Este tipo de profesionales no son más que psicólogos que se van a encargar de que tratéis juntos las dificultades de vuestra relación para que podáis mejorar como pareja. A base de entablar conversaciones con vosotros, llegarán a la base de vuestro problema y os ayudarán a encontrar una solución conjunta.
A muchos les cuesta muchísimo admitir en voz alta que necesitan ayuda, pero no es algo de lo que debáis avergonzaros. Todos debemos pedir ayuda en algún momento de nuestra vida, y no es malo pedirla.
Regresar al amor es posible
No te dejes engañar por esos estigmas que, día a día, hacen mermar y caer en picado la profesionalidad de la salud mental en España, algo tan importante tanto para la salud personal como para la salud en la pareja.
No es malo necesitar ayuda profesional de vez en cuando, ¡todos la hemos necesitado!
Por ello, si sientes que alguna vez precisas de hablar con alguien que sepa, te sugiero que respires muy hondo, te tranquilices un poco, y levantes el teléfono. Y recuerda esto: ya sea para temas de pareja o para temas personales, un psicólogo puede ayudarte más de lo que tú puedas siquiera imaginar.