Todos somos conscientes de la importancia que tiene la dentadura. No nos imaginamos nuestra vida sin ellos. Si perdemos uno, ya nos podemos preparar para una tragedia. Pues te puedes imaginar lo que es si perdemos todas las piezas.
Nuestro día a día es complicado para los dientes. Y más aún si no sabemos cuidarlos. Tenemos que tener mucho cuidado con los alimentos que tomamos porque podemos meternos en un gran lío. No es la primera vez que veo a una persona que por culpa de un alimento duro, por comer un bocadillo ha tenido que realizar importantes tratamientos.
Te vamos a contar los cinco alimentos, o mejor dicho, las cinco familias de alimentos que nos pueden jugar una mala jugada si no nos cuidamos al máximo. Y en estas cosas ya sabes lo que suele pasar, que es como Santa Bárbara, no nos acordamos de ella hasta que no nos pasa.
Al final acabaremos yendo al dentista, que es lo que tenemos que hacer, pero en este caso ya con tratamientos de urgencia. Al final, acabaremos teniendo que hacernos alguna implantología dental, que como aseguran desde la clínica Llibertat el objetivo es reponer la raíz de una pieza dentaria perdida, mediante la colocación de un implante que es un elemento hecho en un material biocompatible: el titanio.
La clínica nos ofrece dos alternativas. Los endoóseos que son los más comunes y se colocan directamente en el hueso maxilar o mandibular. Tienen forma de tornillo o cilindro y son ideales para pacientes con suficiente densidad ósea. Y luego los subperiósticos: Se colocan debajo de las encías pero sobre el hueso maxilar. Estos implantes son adecuados para pacientes que no tienen suficiente altura ósea y no pueden o no quieren someterse a procedimientos de injerto óseo.
Azúcar
Ya sabemos que para algunos el azúcar es el principal mal de todos los problemas del mundo, nosotros en eso no nos metemos, pero sí te decimos que para los dientes es muy malo. El consumo excesivo de alimentos y bebidas azucaradas puede dañar los dientes al provocar la formación de caries. Todos ya sabemos de qué marcas estamos hablando.
Esto ocurre porque las bacterias en la boca se alimentan del azúcar y producen ácidos que corroen el esmalte dental, lo que puede resultar en daños irreparables si no se trata a tiempo. Así que hay que tener mucho cuidado.
Ácidos
Los alimentos y bebidas ácidas, como los cítricos, los refrescos y el vinagre, pueden desgastar el esmalte dental y causar sensibilidad, decoloración y erosión dental. Está comprobado que es un mal que todos tenemos, sobre todo cuando salimos a comer fuera. Con el tiempo, este desgaste puede ser irreversible y llevar a problemas más graves como la pérdida de dientes.
Por eso, cosas como el limón, la naranja o los pomelos nos pueden provocar muchos problemas a largo tiempo.
Alimentos duros
Esto es un clásico que siempre nos persigue. A todos nos viene a la cabeza eso de consumir alimentos duros como los caramelos y los frutos secos. Aquí yo siempre recuerdo que me cargué dos dientes comiendo maíces, o como se llama en otros lados, kikos.
Estos alimentos puede dañar los dientes al romper el esmalte y provocar fracturas, y os lo digo por experiencia. Estos daños pueden ser irreparables si no se trata adecuadamente y pueden requerir procedimientos dentales costosos para corregirlos.
Alimentos pegajosos
Quizás esto no sea tan conocido, pero los alimentos pegajosos como los caramelos blandos, las gominolas y el chicle pueden quedar atrapados en los dientes y favorecer la formación de caries.
Además, pueden causar daños en la estructura dental al desgastar el esmalte y provocar la acumulación de placa. Si no se elimina esta placa a tiempo, puede generar problemas graves en los dientes que pueden ser difíciles de corregir, así que tenemos que tener mucho cuidado.
Hielos
Por último, aquí metemos un grupo que seguro que no somos conscientes de ello. Se trata de los hielos. Y es que mucha gente es aficionado a mascar hielo y otras sustancias duras que puede agrietar el esmalte y dejar el diente expuesto. También hay que evitar otros hábitos perjudiciales para la boca como abrir botellas o bolsas de patatas usando los dientes. Y es que no somos gente del circo.
En general, ya has podido comprobar lo importante que es mantener una dieta equilibrada y limitar el consumo de alimentos y bebidas que puedan dañar los dientes. Es fundamental cepillarse los dientes después de cada comida, usar hilo dental y visitar regularmente al dentista para prevenir daños irreparables en la salud bucal.