¿Qué puede cambiar más la vida que el hecho de tener un hijo o hija? Desconozco si estáis de acuerdo conmigo o no, pero no cabe la menor duda de que esta es una de las cuestiones que va a marcar un antes y un después a lo largo de nuestra existencia. Antes de plantearnos tenerlo, podemos hacer casi lo que queramos. El único límite nos lo puede poner el trabajo o incluso alguna obligación familiar que tengamos de allá para cuando. Pero, cuando ese niño o niña ve la luz del Sol, las cosas se transforman por completo. Vaya que si se transforman.
De hecho, no hace falta ni que vea la luz del Sol. Antes de que se produzca el parto, hay que estar preparados para cuidarle y tenerlo todo preparado. Esto equivale a comprar ropa, la cuna, pañales, biberones y un montón de cosas más. Por tanto, hay que tener la capacidad de prevenir todo lo que nos pueda hacer falta desde el mismo día en que nos convirtamos en padres o madres. Son muchas las cosas que hay que tener en cuenta y la verdad es que todo el mundo procura estar a la altura del momento en que está viviendo. Es el primer paso que hay que dar para ser un padre o una madre de primera categoría.
En este artículo vamos a centrarnos en una serie de bienes de tanta relevancia como lo son los que componen la ropa. Debemos tener en cuenta, en relación con este tema, que el bebé, según nazca, se encuentra en un estado de vulnerabilidad muy grande. No tiene una protección muy grande contra el frío, por poner un ejemplo. La ropa es el mejor remedio para paliar eso y no cabe la menor duda de que vamos a necesitar echar mano de ella para conseguir que el bebé disponga de la protección y la comodidad suficiente como para desarrollarse sin problemas.
Hemos hablado del frío pero también lo podemos hacer del calor, por supuesto, que ya sabéis que en España contamos con un clima que puede llegar a ser muy extremo. En lo que tiene que ver con los meses más calurosos del año, en casa lo vamos a tener mucho más fácil que cuando salimos al exterior porque podemos optar por mantener al bebé desnudo, solamente vestido con el pañal. Sin embargo, cuando salimos a la calle, es interesante que apostemos por ropa ligera y cómoda porque, en caso contrario, puede que el paseo sea una verdadera tortura para él. Hay que tener cuidado con esto.
Se suele pensar que el hecho de que la tasa de natalidad en España no sea demasiado alta puede perjudicar al negocio de la moda infantil sobre todo desde el punto de vista de la variedad de prendas que podemos encontrar en cualquier tienda especializada. Pero la realidad dista mucho de ser así en opinión de la plantilla de Newness Kids. De hecho, han sido ellos y ellas quienes nos han transmitido que hay prendas que se venden más ahora que en ningún otro momento anterior, como las prendas de verano tanto para niño como para niña, pijamas, bodies o todo tipo de accesorios como lo son los baberos, patucos e incluso sábanas, toallas y edredones. Nuestra conclusión a este respecto es que parece que estamos viviendo una especie de Edad de Oro de la moda infantil.
Lo cierto es que la variedad de productos para los pequeños es más grande que nunca por mucho que las familias tienden cada vez menos a tenerlos. Es algo que no ocurre solamente en un sector como el de la moda infantil, sino que también pasa con los juguetes. Caminando por cualquier calle comercial de vuestro pueblo o ciudad, os daréis cuenta de todo lo que estamos diciendo. Y es que seguramente ya tengáis, de antemano, la misma sensación que manifiesta quien escribe este artículo. Que existe más variedad que nunca en todos los productos infantiles es algo que ya está fuera de toda duda.
Esta es una verdadera suerte, porque en la variedad está al gusto y porque siempre hay muchas más opciones de que una determinada aprenda o un determinado producto se ajuste más a lo que se desea o a lo que se necesita. A lo largo de muchas décadas, nos hemos tenido que conformar con lo que había. Y ya era hora de que pudiéramos obtener para nuestro bebé aquello que se ajusta a lo que nos gusta, a lo que realmente deseamos. Es bastante evidente que a todas las familias les hubiera encantado disponer de la variedad que tenemos a día de hoy en el un momento nunca tuvieron un bebé.
Esto permite que una de las cosas más difíciles y que exigen más compromiso en esta vida, que es el hecho de tener descendencia, sea mucho más fácil para las familias. Estamos hablando de un proyecto en el que no podemos fallar, en el que tenemos que dar lo mejor de nosotros y nosotras mismas. Cuando tenemos una criatura, la vida que hemos conocido previamente se va a transformar por completo y va a empezar a ser completamente diferente. Pero eso no quiere decir que vaya a ser peor. De hecho, tener hijos es una de las cosas más bonitas que le puede pasar tanto a un hombre como a una mujer. Pero sí que exige, como decimos, que estemos comprometidos y que sacrifiquemos algunas cosas de las que antes podíamos disfrutar con más libertad.
No solo tenemos que pensar en la ropa
Tener un bebé es algo que nos obliga a pensar en absolutamente todo. No solo nos podemos limitar a mirar prendas de vestir, sino que debemos pensar en su higiene, en su alimentación, en juguetes, en cunas, en sillitas para el coche… Por tanto, también nos debemos preparar desde un plano económico porque, aunque hay productos que son muy competitivos de precio, la suma de todo va a incidir de alguna manera en el bolsillo. Es interesante que tengamos eso en cuenta para que podamos planificarnos a medio y largo plazo. Cuando las cosas se planifican, es mucho más fácil salir adelante y cumplir con todas nuestras obligaciones.
De acuerdo con una noticia publicada en la página web de la cadena de radio Onda Cero, el coste de tener un hijo o hija supera los 7.000 euros durante el primer año, o lo que es lo mismo: unos 600 euros al mes. Se comenta en la noticia que una buena parte de todo este dinero tiene que ver con el gasto que conlleva en alimentación o en pañales, cuestiones que también son básicas en todo lo que guarda relación con un niño o niña que acaba de llegar a este mundo. Ni que decir tiene que son factores tan importantes como la ropa.
Esto es lo que hace el porcentaje de dinero que se invierte en moda infantil se haya reducido. De acuerdo con una noticia que vio la luz en el portal web Modaes, solo el 16’4% del gasto que se invierte por parte de una familia con un recién nacido es para ropa. Y eso no quiere decir que se compre poca. De hecho, se compra más que antes, pero claro, también ha crecido el importe que se destina a otro tipo de productos, entre otros los que ya hemos mencionado: pañales o alimentación.
Es evidente que esto no solo se limita a los primeros meses o años de vida de la criatura, sino que va a ser una constante durante las primeras dos décadas de existencia de la misma. Desde que estamos con pañales y papillas hasta que costeamos la universidad. Es después de ese instante cuando ya empiezan a ser algo más independientes. Son dos décadas de muchos sacrificios, como estábamos diciendo, pero no cabe la menor duda que se hacen con todo el gusto del mundo. Un hijo es un hijo y no hay nada que merezca más la pena en esta vida.
Esta es una manera de devolver lo que un día nuestros padres y madres hicieron por nosotros. También hicieron grandes sacrificios y destinaron mucho dinero a hacer posible que pudiéramos desarrollarnos y que tuviéramos una infancia digna. A veces, hay que pensar que la vida hace algunas décadas no era igual que ahora y por eso siempre habrá diferencias entre aquello que nos pudieron proporcionar nuestros padres y lo que nosotros le hemos podido dar a nuestros hijos. A fin de cuentas, y como ya hemos dicho en lo que guarda relación con el plano de la ropa, ahora hay una mayor variedad y tenemos más poder adquisitivo para comprar más prendas de las que podíamos asumir antes.
La familia es la familia y un hijo es un hijo. Y no le podemos fallar. Lo principal es que tengamos siempre en cuenta que van a ser varias sus necesidades básicas y que hay que satisfacerlas. La ropa es una de ellas y lo seguirá siendo. Disponer de una variedad de prendas para hacer frente a los cambios de temperatura que vamos teniendo en un país como el nuestro a lo largo de todo el año es una necesidad y algo que va a marcar la diferencia en lo que tiene que ver con su comodidad.