Los especialistas recurren a dos técnicas para la gluteoplastia de aumento: la implantación de prótesis y la infiltración de grasa de la propia paciente o «grasa autóloga».
Los cirujanos aconsejan implantar la prótesis por debajo del músculo subcutáneo, para que el implante quede fijado en su espacio, minimizándose la posibilidad de que se desplace.
La segunda opción consiste en extraer la grasa del paciente de alguna parte del cuerpo como, por ejemplo las caderas, abdomen, cartucheras, cintura o espalda para luego inyectarla en las zonas de los glúteos.
La intervención se puede realizar de manera ambulatoria y bajo anestesia local y sedación. Esta técnica ofrece resultados naturales, además, la grasa no se reabsorbe, pero no siempre puede ponerse en práctica, ya que algunos pacientes no tienen ese exceso graso, es ese caso el especialista opta por las prótesis glúteas hechas a medida y de diferentes volúmenes.
Existen diferentes tipos de implantes de silicona: de forma redonda u oval, de alto o bajo perfil, de superficie lisa o texturizada. La elección depende de lo que el paciente desea conseguir.
Los expertos explican que las prótesis redondas ofrecen mayor proyección, pero si el tejido adiposo es muy fino es mejor colocar prótesis ovales, para que las prótesis no sean visibles durante el movimiento.
La gluteoplastia es idónea para personas que tienen poco volumen en sus glúteos o que el tamaño ha disminuido por una perdida de peso.
Un dato muy curioso es que el perfil del demandante de este tipo de intervenciones es mayoritariamente femenino.
Según Jesús Benito, vicepresidente de Cirugía Estética de la SECPRE, «el motivo de este auge de las gluteoplastias de aumento es fundamentalmente mediático, por la innegable influencia social de celebridades como Kim Kardashian o Beyoncé. Influye también la interacción creciente, vía redes sociales, entre pacientes españolas y de América Latina, donde el canon estético ha tendido habitualmente hacia glúteos de mayor tamaño que en Europa».
«En cualquier caso -comenta Benito-, la inmensa mayoría de las personas interesadas en esta intervención no busca conseguir glúteos muy grandes, sino que, como ocurre en todas las intervenciones que implican una remodelación del contorno corporal, se dejan asesorar por el cirujano plástico para que el tamaño mantenga la proporcionalidad adecuada con el resto del cuerpo».
Antes de someterse a una gluteoplastia de aumento, es fundamental consultar a un profesional con la titulación oficial de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora.
Debes evitar la infiltración de silicona líquida en los glúteos, porque es un producto no aceptado por la comunidad médica ni por ninguna asociación de Cirugía Plástica.
«Como toda intervención quirúrgica, el aumento de glúteos requiere de un buen estudio, en el que se llevará a cabo una exhaustiva exploración de la zona, comprobando elementos clave como la anchura, altura y proyección de los glúteos, la fisonomía del paciente, etcétera», informan los profesionales de ARTESTÉTICA, especialistas en tratamientos con y sin cirugía.
A la hora de elegir un centro médico debes tener en cuenta la experiencia del cirujano plástico y la calidad que ofrece la clínica.
Después de la intervención el paciente puede volver a sentarse con normalidad, lo que sí podría causar un inconveniente es estar tumbado, así que es recomendable dormir boca abajo las dos primeras semanas después de la operación.
También es aconsejable asistir regularmente a sesiones de masaje linfático. Es fundamental que el paciente lleve una faja compresiva hasta que disminuya la inflamación.
«Deberá caminar unos minutos varias veces al día, para evitar complicaciones en las venas de los miembros inferiores», informa la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica.
A partir del primer mes el paciente puede realizar ejercicios para tonificar los glúteos. Los mejores ejercicios son:
Sentadillas
Para tonificar esa parte puedes realizar sentadillas con una mancuerna sujeta entre las dos manos a la altura del pecho.
Patadas
«Sobre una esterilla colócate en el suelo a cuatro patas, con las manos a la altura de los hombros y las rodillas apoyadas en el suelo. Levanta la rodilla hacia el techo manteniéndola flexionada. Aguanta unos segundos y vuelve a la posición inicial. Repite con la otra pierna», informa el diario El Confidencial.
Subidas de cadera
Túmbate boca arriba, dobla las rodillas y apoya los pies en el suelo. Después, eleva la cadera, usando los pies y la espalda como puntos de apoyo, aguanta unos diez segundos.
¿Cuáles son los beneficios de la gluteoplastia?
Los beneficios son los siguientes:
-Corrige la falta de volumen en la zona de los glúteos.
-Proporciona un levantamiento con efecto natural.
-Los glúteos adquieren armonía de forma proporcional al resto del cuerpo.
-Mejora la imagen de las nalgas.
-Mejora la autoestima de los pacientes.
-Sus cicatrices son imperceptibles.
-Ayuda a disminuir la celulitis.